Transformar en electricidad la energía
que producimos a diario puede ser sin duda un mecanismo eficiente no
solo para ampliar el acceso a la luz, sino también para reducir el
uso de sistemas que producen un alto nivel de contaminación en la
ciudad.
La idea de generar energía
por una actividad humana se esta aplicando ya en varios lugares, por
ejemplo en Brasil algunos presos reducen sus condenas pedaleando
para generar electricidad para el alumbrado de la ciudad,
también existen discotecas que aprovechan los pasos de baile
para energizar el local y en algunas ciudades los peatones
generan electricidad al caminar por sus veredas y calles.
Un visionario encontró la forma de
aprovechar los watts producidos por las personas que hacen ejercicio
físico, generar electricidad y llevarla a la red.
Su nombre es Adam Boesel, un entrenador
personal y amante de la ecología.
A través de esta iniciativa tan
innovadora se creó los gimnasios “ The Green
Microgym”, que apuestan a ser sostenibles y generar una
huella de carbono que sea lo más pequeña posible.
Funcionamiento de un gimnasio ecológico:
- Producción de energía a través de las
bicicletas de spinning y elípticas. Estas se encuentran
conectadas a un generador, de manera que cuando pedaleas
generas energía cinética que es transformada en electricidad que
posteriormente es inyectada a la red eléctrica de todo el local.
- Producción de energía a través de las cintas
de correr. Está comprobado que en promedio la mayor
parte de los usuarios pueden generar entre 50 y 150 watts con tan
sólo media hora de ejercicio.
- Utilizan productos de limpieza ecológicos y naturales.
- Los suelos son fabricados con neumáticos usados.
- Instalación de paneles solares foto-voltaicos.
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